lunes, 11 de junio de 2012

Expresión libre de emociones

Un aspecto sujeto a investigaciones recientes y que supone un factor fundamental en el aprendizaje son las emociones. Los niños y niñas aprenden cuando pueden estrechar vínculos afectivos positivos con los contenidos y los demás, para ello es fundamental el autorespeto y la valoración de las propias capacidades. El autoconocimiento no puede ser obviado de la tarea educativa pues como podemos deducir, es esencial para desarrollarnos como personas.



A continuación presentamos una serie de consejos para posibilitar una expresión libre de emociones por parte de las niñas y niños, el hablar de emociones debe resultar una oportunidad crucial para crecer, así que, además de empezar nosotras mismas, debemos incluir a los niños y niñas en estos dialogos:

- Permitir que expresen, sin prohibiciones, las emociones que sientan. Toda persona tiene derecho a expresar su tristeza, alegría, enfado, rabia, malestar, etc. Así pues no tiene lugar decirles: “No llores”. En cambio: “Si necesitas llorar, llora”. Una forma típica de reprimir las emociones es: “¡No llores!, ¡Qué tontería! Ya se te pasará, esto no es nada…”
- No eliminar las emociones negativas; hay que vivir tanto las emociones negativas como las positivas para un buen aprendizaje emocional. Sentir miedo, angustia, culpa o vergüenza es tan natural como sentir alegría, felicidad, amor o cariño.
En muchos casos, hacemos más hincapié en las emociones negativas ya que evolutivamente son las que nos han permitido sobrevivir (el miedo nos ha salvado de ataques o de los peligros), por ello es importante impulsar y trabajar las emociones positivas.
- Hablar de las emociones con total naturalidad, sin dramatizaciones. Es importante hablar de nuestras alegrías, tristezas, miedos, enfados, etc. Ello ayuda a sentir más próximos a los demás y a conocernos más como personas.



- Reconocer sus emociones para facilitar que ellos reconozcan las emociones de los demás, además de las propias. El respetar las emociones y los sentimientos de los demás y las de uno mismo es imprescindible para nuestras relaciones interpersonales y autoestima.
- Recordarle que le queremos, sientan la emoción que sientan, así como también dar mensajes como: “Comprendo que te sientas enfadado y te sigo queriendo”. Es importante que le recordemos que le continuamos queriendo a pesar de las emociones negativas que pueda experimentar, ya que el niño puede generar significados incorrectos a partir de sus emociones. Es decir, puede interpretar que si nos enfadamos con ellos o ellos se enfadan, serán menos queridos. Recordar verbalmente que no es así, permite que haga una correcta comprensión y aceptación emocional.
- Contemplar el lenguaje emocional a través del cuerpo y la palabra. Favorecer la expresión emocional: la alegría se muestra a través de una sonrisa y de un mensaje verbal: “Me siento contento”.
- Dejar que el niño se familiarice con estrategias que fomenten el bienestar: Por ejemplo: practicar el masaje para relajarse, la meditación o reflexión imaginativa, así como cantar, bailar, reir, etc


- Permitir que el niño se equivoque y aprenda a ser más autónomo emocionalmente. Cada vez más el niño irá comprendiendo sus emociones e irá tomando conciencia de sus sentimientos y necesitando menos al adulto para calmarse.
- Ayudarle a comprender que de la emoción no necesariamente debe derivarse un determinado comportamiento, sino que las emociones se pueden regular. Por ejemplo, de la ira no debe derivarse el insulto o la ironía sino el autocontrol o la reflexión, o de la culpa no debe derivarse el victimismo sino la responsabilidad..
- Ayudar a que el aprendizaje del niño tenga en cuenta la perspectiva del otro, ayudar a comprender sus puntos de vista, sus sentimientos y emociones contribuirá a la convivencia y relación con los demás. Una forma de hacerlo es diciéndole “él se siente… porque…. Tú como te sentiría si…”
- Es preciso evitar las conductas inadecuadas que acompañan a algunos sentimientos y que son reforzadas en la sociedad de consumo; como son la evitación y el aislamiento con la televisión, computadoras o video-consolas. Es necesario establecer como prioridad la comunicación y el dialogo frente al distanciamiento con la realidad que ofrecen estos medios.

Adaptación del libro Educación emocional, Ed. DESCLÉE por Rafael Bisquerra p.72 y 73

* En este artículo utilizamos el género masculino por defecto, en otros artículos utilizaremos el género femenino. En diversas expresiones no hemos incluido ambos géneros para facilitar la lectura, pero como autora de esta publicación me posiciono a favor de la igualdad en todo aspecto social, incluido la gramática.







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